¡Cumplimos 8 años!
Socios de BlackHorse. De izquierda a derecha: Francisco Gaona, Andrés Cuéllar, Sergio Avella, Juan Carlos Domínguez y Ricardo Páez.
En 2017, la lámpara se iluminó en un salón comunal, donde se mezclaron la adrenalina, las ganas de hacer equipo y de sembrar la semilla de algo propio.
Ocho años después, con el rigor del emprendedor orientado algunas veces y empírico en otras, entre reuniones, viajes, conferencias, informes, quejas y reclamos… hemos superado la barrera de las 18,000 horas invertidas, tiempo medible en esta fantástica e inagotable actividad del desarrollo inmobiliario y, gracias a ello, hemos alcanzado los USD 500 Millones de capital levantado para todos los proyectos en que hemos intervenido y trabajado, a veces como estructuradores, gerentes, diseñadores o banqueros de inversión y que, de alguna manera, esa inversión en calidad de “sweat work” ha generado maravillosos resultados.
Pero no solo ha sido un número, un resultado fáctico; ha sido la satisfacción de creer que se puede hacer desarrollo innovador en Colombia y en la región. El convencernos de que estamos en capacidad de superar nuestras barreras mentales y de que grandes empresas de diversos sectores pueden confiar en nosotros, bien sea para sus proyectos de expansión o sus estrategias de inversión en activos generadores de renta.
Claro está, no todo ha sido color de rosa, también hemos vivido y superado momentos de presión y angustia por la anhelada caja para superar baches, por ganar proyectos competidos frente a excelentes jugadores, por minimizar riesgos desde múltiples flancos y por, sobre todo, mantener la cabeza fuera del agua ante la reciente historia… la pandemia, la crisis económica global y la administración de turno.
A pesar de ello, sin remordimiento, sin quejas y haciendo caso a la teoría del emprendimiento, no nos queda sino insistir, persistir y acondicionar nuestra munición para nuevas batallas.
Con ánimo y mucho orgullo celebramos este octavo aniversario con la satisfacción de generar empleo directo e indirecto en un país que requiere desarrollar infraestructura para sus próximos 50 años… y ojalá que sigan saliendo más locos, incautos y soñadores prendiendo nuevos bombillos en sus salones comunales.
- Sergio Avella